Sergio Torrijos Martínez

¿Qué decir de este autor?

Buff… No sé si comenzar a comentar que esta novela es la segunda de uno de sus personajes fetiches, John Dortmunder, o hablar de la enorme trayectoria de este pedazo de escritor. Porque, a diferencia de otros, Westlake es capaz de crear personajes que resisten sagas, no hablo de un único personaje, sino que su capacidad sobrepasa la unidad y crear referentes casi míticos.

Hoy Dortmunder, un atracador, aunque buena persona, también un buscavidas algo cabroncete, de vida loca y más loca trayectoria, un superviviente en suma. A su alrededor personajes a los que llamo “profesionales”, capaces de robar una cabeza tractora de un tráiler, reventar una caja fuerte o idear un plan disparatado para atracar un banco.

Ya es conocido que Westlake realizó muchas adaptaciones para el cine y también guiones, por ello siempre que se lee a este autor aparecen dudas sobre que fue primero el huevo o la gallina. Si has visto películas, al leer la novela te das cuenta de que aparecen personajes clavados al celuloide, y si has leído alguna novela te queda la duda de si el celuloide le hace verdadera justicia al personaje de ficción. De cualquier forma los personajes de Westlake, al que se incluye el protagonista de esta novela, son arquetipos. Tan bien creados y tan reales que entran a formar parte del imaginario colectivo.

Es complicado no poner cara a Dortmunder, más aún después de haber visto la película con un protagonista como Robert Redford, pero y el resto. Porque no sólo hay un personaje sino que el elenco también da para mucho más, por poner otro ejemplo, quién no se imagina a Joanna Cassidy fumando o a George C. Scott planeando el golpe entre humo de cigarrillos y vasos de bourbon…

Así con este autor me resulta sumamente complicado diferenciar ambos géneros, el cine y la literatura tienen esa unión tan cerrada que separarla es casi imposible.

Hablando de la novela, tiene todo lo que se precisa en un buen autor, ritmo, acción, diversión, tensión, es una obra bien escrita y mejor ejecutada, a la altura del autor. Cuando lees a Westlake notas que lo complicado se hace sencillo, lo que parece algo disparatado parece a prueba de toda lógica, todo encaja con suma facilidad. Para quién escribe es un autor imprescindible si se está interesado en novela negra y una obligación para quién pretenda escribir ficción, al menos de género. Noto en muchos autores, sobre todo los principiantes, que huyen de la trama sencilla y bien elaborada por buscar la sorpresa o el asombro, cuando una buena novela se basa en una buena historia que esté bien contada. Esta novela es el mejor ejemplo de ello. Desde el mismo título ya sabemos cual va a ser la trama y tras leer las primeras páginas ya nos imaginamos buena parte de como va a transcurrir la historia, luego simplemente es la prosa del autor y el desarrollo que hace sobre lo consabido, un atraco a un banco.

Es una novela para no perdérsela, más aún con esta nueva reedición, que incluso aparece en bolsillo, no hay excusas para perdérsela.

Atraco al banco