Sergio Torrijos Martínez

En la reseña de la anterior novela del autor, La gallera, pedía que se le prestara más atención a un personaje de la obra. Es más, para quien escribe, era el mejor personaje, con un perfil más definido, más claro y más literario. Bien, pues parece que el escritor me ha hecho caso. Sí, lo sé, que tengo mucha imaginación y que el autor no ha tenido otra cosa que hacer que escuchar mi solicitud, no soy tan imaginativo, imagino que tras leer mi reseña, espero que lo haya hecho, escupiera a un lado una brizna de tabaco y con un gesto despectivo restará importancia a mis comentarios.

Sea por una causa o por otra, creo que queda claro que lo que intuía tenía visos de realidad porque la presente obra es una historia que arranca y termina con el señor Ventura Borrás, caballero legionario.

La novela narra la vida y milagros del señor Ventura, aunque mejor sería decir sargento Ventura. Desde sus comienzos, con una infancia muy peculiar, en adelante. La obra es así una especie de biografía del personaje y no tiene esa trama propia de una novela sino que es una justificación del personaje presentado en La gallera. Es como decir al lector, mira de aquí viene y hace estas cosas por estos motivos y es tan cabrón por esto otro y es tan…

Destaca, ya propio del autor, el ambiente chusquero, violento y descarnado que rodea toda la obra y a todos los personajes. De alguna forma el autor consigue recrear un universo muy personal e introducir al lector en él y hoy voy a hablar de Ellroy, por si leen la anterior reseña que critique como muchas editoriales comparar autores sin la relación precisa.

El maestro angelino no sólo recrea y nos muestra un universo propio, con ciertos toques de realidad y mucha ficción, sino lo que hace y consigue es introducir al lector en ese pedacito de universo y lo hace tan bien que llegas a creértelo a pies juntillas. Palomar hace algo parecido, introduce al lector dentro de ese universo y llega a recrearlo tan bien y con tanta tersura que como lector llega un momento que no entiendes la trama sino es con relación a todo el aparataje estilístico y de alguna forma lo trasciende y ya no puedes ver a un legionario sin pensar en el sargento Ventura. Qué le vamos a hacer.

Palomar escribe con mucho ritmo, son como puñaladas, una detrás de otra, acortando frases, mostrando ideas, dándole una carencia tremenda. Es una forma de escribir muy de novela negra y que el autor ejecuta a la perfección. Si le juntamos a eso que las escenas y tramas son bastante bestias tenemos una novela no sólo entretenida sino que se devora con facilidad.

Para terminar, una buena novela que se junta a las anteriores del autor, que ha querido hacer algo diferente, es una obra de trama lineal pero que demuestra que Ramón Palomar es un escritor al que seguir. Tiene mi absoluta recomendación.

El novio de la muerte