Hace unos pocos años, en 2010, Almuzara publicaba en España ¡por fin! una colección de relatos firmados por uno de mis favoritos entre los clásicos europeos de la novela negra: Giorgio Scerbanenco.
El título del libro de relatos en cuestión era Matar por amor (Uccidere per amore).
Pues bien, ahora Navona nos trae una antología que bien podría llevar ese mismo título pues la inmensa mayoría de los relatos seleccionados tienen ese visceral sentimiento como telón de fondo y motor de la acción.
Me refiero a American Noir, una selección de la selección original realizada por James Ellroy y Otto Penzler que pretendía reunir en un volumen lo mejor que el siglo XX dio en los Estados Unidos en materia criminal vista desde la distancia corta que supone un relato. Diez autores imprescindibles -algunos más genuinamente pulps que otros- de los que, casi con total seguridad, habrá usted leído en alguna de sus muchas novelas pero a los que, tal vez, no haya tenido acceso en este formato que, muchos de ellos, cultivaron con auténtica maestría no sólo por vocación sino también por tratarse de un recurso literario con el que llenar la nevera cada mes en tiempos más bien duros para la lírica. Como casi todos, por otra parte.
Diez autores muy diferentes, cada uno con su sello personal perfectamente reconocible en las pocas páginas que les podemos leer en este libro. Diez auténticas bestias pardas con las que disfrutará de principio a fin el lector más exigente.
James M. Cain, Mickey Spillane, David Goodis, Jim Thompson, Patricia Highsmith, James Ellroy, Joyce Carol Oates, Lawrence Block, Dennis Lehane y Elmore Leonard. Elijamos un portero y tendremos un auténtico equipo de Champions.
Arranca la travesía con un trallazo firmado por James M. Cain, absolutamente marca de la casa, con una pareja de enamorados dispuesta a deshacerse del marido molesto. Ya saben, Pacto de sangre, El cartero siempre llama dos veces… Brutal tirando a lo macabro, en una línea similar a la que sigue el fantástico -casi literalmente- relato de Jim Thompson.
El póquer de relatos genuinamente pulps -cortos, duros, sin concesiones- se completa con una muestra del buen hacer de Spillane -si bien nunca fue santo de mi devoción, al menos en el formato novela- y mi favorito sin duda alguna, un relato a la vez cruel y bello firmado por el genial David Goodis.
Y la antología continúa con otros autores que demuestran moverse a la perfección en las distancias medias, componiendo unos relatos algo más largos, de esos que requieren de entre veinte y cuarenta páginas para su completo desarrollo. Lo logran, por supuesto, mi ojito derecho Highsmith, mi ojito izquierdo Block y, desde luego, los Ellroy, Lehane, Leonard y la para mí desconocida hasta la fecha Joyce Carol Oates, quizás el relato que más tardó en atraparme.
En definitiva, una excelente muestra de lo mejor de los mejores que haría muy bien el buen lector de género criminal en incorporar a su biblioteca personal. Si no se lo han traído los Reyes ni el gordo vestido de rojo…
Cierro este texto con el final del prólogo escrito para la ocasión por Otto Penzler, creo que es absolutamente esclarecedor de lo que nos vamos a encontrar en sus páginas.
«Algunos, como David Goodis y Jim Thompson, fueron prolíficos, pero apenas produjeron nada fuera de la categoría negra, que reflejaba con exactitud sus propias vidas, trágicas y conflictivas. Otros, como Elmore Leonard y Lawrence Block, han probado un espectro más variado dentro del género criminal, de lo oscuro a lo luminoso, de lo taciturno a lo cómico. Pero no en esta antología. Si usted encuentra algo de luminosidad o comicidad en estas páginas, insistiré en recomendarle que acuda a la consulta de algún especialista en trastornos mentales». Otto Penzler.
American NoirVarios Autores
Trad.: Enrique de Hériz
Navona