Ricardo Bosque
¿Cómo? ¿Un cuento infantil en una revista seria dedicada al género negro? ¿Se ha vuelto loca esta gente de Calibre .38?
Tranquilo todo el mundo, que todo tiene su explicación.
Para empezar, Quién pilló al Bobo Feroz es cuento, pero no tan infantil: en la editorial lo recomiendan para niños a partir de diez años, pero según consejo del propio autor no estaría de más que los padres/madres lo leyeran conjuntamente con los más pequeños para ilustrarles sobre los continuos guiños que, de otro modo, se les escaparán.
Segundo, su autor, precisamente, es Sergio Vera Valencia, a la sazón director del más ilustre club de lectura criminal de entre todos los que se celebran en España así como del festival homónimo (Las Casas Ahorcadas, que no colgantes), uno de los ya consolidados dentro del panorama nacional y que es como un agujero negro manchego que atrae sin remedio a los mejores autores del país e incluso algunos de allende nuestras fronteras.
Tercero, siempre estamos diciendo que hay que fomentar la cantera, crear nuevos aficionados al género negro y, si a esos potenciales nuevos lectores les pica el veneno de lo criminal como nos picó a muchos de nosotros, allá en nuestra más tierna preadolescencia, miel (de la Alcarria) sobre hojuelas.
Cuarto, leído el libro en una mañana tonta, me encuentro con un texto francamente inteligente, lleno de sentido del humor en el que Sergio Vera reescribe los cuentos infantiles de principio a fin y trata de devolver el honor al malo de la película en la mayoría de los casos, el lobo, cuando hay cada cerdo ibérico especulador por ahí que hace honor a su nombre y deja a la altura del barro al ogro más asqueroso.
Quinto, el protagonista se llama Quentin, Quentin Pulp.
Sexto, el antro de mala muerte inevitable en toda novela negra lo regenta una rata que responde al nombre de Ratantino.
Séptimo, Esopo era un trepa impresentable que tenía más cuento que Calleja.
Octavo, el cuento no tiene un triste y solitario final pero por sus páginas anda Osvaldo Soriano.
Noveno, el nombre del programa estrella de Disnews Channel, dedicado a esparcir mierda famoseril, recuerda al de otro real que tiene edición diaria, de luxe y naranja, pero la primera vez que lo leí me trajo a la memoria una película mítica protagonizada por los no menos míticos Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Desconozco la intención del autor en este aspecto pero lo ha clavado.
Como décimo no se me ocurre nada que añadir, pero odio tanto los decálogos como las trilogías y, además, creo que los nueve puntos anteriores son razón más que suficiente para hacerle este regalo a nuestros retoños y, de paso, a escondidas si nos da pudor, dedicarle un rato que, sin duda, disfrutaremos como enanos.
Y colorín colorado…
Quién pilló al Bobo FerozSergio Vera Flandes Editorial (Libros que no muerden)
Revista Calibre .38 