Novela: «El atraco», de Julián Ibáñez

todo bellónSergio Torrijos Martínez

Dentro del volumen “Todo Bellón 2” de la editorial Cuadernos del Laberinto aparece una obra inédita del gran Julián Ibáñez y como el título del volumen indica, es de su personaje fetiche Bellón.

A estas alturas no voy a descubrir mi admiración por el autor ni tampoco por el personaje. Quien haya leído algo de ese dúo ya sabe de lo que hablamos y, para los que no, les voy a resumir brevemente ese universo.

Bellón se mueve por billetes pequeños, de bar en bar, haciendo trabajos de compañía a señoras cuyos maridos las maltratan, dedicándose a trasladar un vehículo de un lugar a otro, a tratar de conseguir información de grupos que navegan en un mar de pequeña delincuencia o a proteger a señoritas de alterne. Es un mundo poligonero, chusco y violento, de tipos que pasan media vida acodados en la barra del bar y te hablan sin quitarse el palillo de la boca. En esta ocasión Ibáñez mete a su protagonista en un atraco, que nadie se piense que será el estilo de “La casa de papel”, para nada, un golpe mucho más local y como pueden suponer con menos preparación y sin casi nada del glamour que se le supone a los atracadores.

Es así todo muy real, muy vivo, muy de periferia de gran ciudad, de delito típico o costumbrista, porque eso es lo fundamental del autor, que obvia el FBI, la Europol o cualquiera de esas grandes agencias u organismos policiales, no lo necesita, porque lo que intenta reflejar Ibáñez es la normalidad de ese mundo que está a un paso de la cárcel o a dos de un buen negocio.

Gente normal que se busca la vida y esa concepción ni es nueva en el autor, pues otros autores la han trabajado con mayor o menor éxito, pero el autor que ahora nos ocupa siempre ha seguido en esa línea y esa fidelidad ha conseguido que sea correspondido por lectores entre los que me incluyo.

Quiero destacar con lo poco que trabaja el autor, con una noticia sesgada, un rumor y a partir de ahí organiza la trama, que se terminará por descubrir o puede que no, puede que todo sea algo diferente a lo imaginado. El autor pone al personaje en juego y creo que lo deja hacer y conociendo al buscavidas de Bellón tenemos la certeza de que tarde o temprano encontrará algo. Buscará entre bares de alterne y otros locales que no tienen esa cualidad pero comparten clientela. A la vez que intenta sobrevivir buscará la forma de estar al tanto de lo que ocurre en su entorno.

No me enredo más. Imitando al autor que siempre trabaja en espacios reducidos, sin exageraciones, haciendo novelas cortas e intensas, quiero hacer lo que siempre hago, recomendar la novela y al autor.

El atraco

Julián Ibáñez
Cuadernos del Laberinto

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