Novela: «Maderos», de Ken Bruen

Maderos1Sergio Torrijos Martínez

Ken Bruen un autor de edición más que errática en nuestro país. Autor de un par de series policiales más que interesantes y que por casualidad, últimamente me pasa mucho esto, cayó en mis manos este libro. Tenía recuerdos de haber leído algo sobre el autor, alguna referencia cruzada de otros autores, pero poco más. La reseña ya me incitaba a la lectura, se trataba de un caso de Jack Taylor. Sí, están poniendo la misma cara que puse yo, diciendo. ¡¡Estupendo!!

Pues parece ser que tiene más seguidores de los que parece, fuera de nuestras fronteras claro está. Pero no nos liemos y vayamos por partes.

¿Quién es ¡Jack Taylor?

En primer lugar es irlandés, nacido, criado y residente en Galway. Expulsado de la policía irlandesa por alcohólico, lo que según explican es de un gran mérito, puesto que en ese cuerpo policial se tiende a no echar a nadie salvo casos extremos y en esos casos no entra el alcoholismo.

Taylor, más corto sin el nombre, bebe, de manera razonable a diario pero cuando se lía, se lía de verdad. No es una borrachera tipo festivo o a lo loco al estilo Scudder sino que es aparecer tres días más tarde sin saber que ha pasado por el medio. Asume que es alcohólico y vive en un entorno donde el alcohol y los problemas derivados de él son algo de lo más común. Vamos que el abuso del alcohol es algo que se comprende, se entiende e incluso se comparte.

Vive de hacer pequeños trabajos de investigación y en uno de esos, le piden que investigue si un suicidio es real o no, es cuando arranca la novela.

La obra es tensa, tanto como la relación con el alcohol del autor. Durante toda la lectura, son dos ratos porque es muy gratificante, estás en la piel del protagonista, pensando, sabiendo, sufriendo lo que va a acontecer. Todo es muy inestable y llega a un punto en que la relación del protagonista con el caso pierde pie y la novela avanza en la relación del protagonista con la bebida. De alguna forma lo que había unido la investigación lo retroalimenta el alcohol pero termina por ganar el vicio.

Mucho se ha escrito sobre la novela policíaca y el alcohol, no iba a ser el primer investigador/policía borracho, ni mucho menos, pero me ha parecido de una honestidad absoluta, no hay piedad, lo real se mezcla con el alcohol y con lo imaginado, llega a un punto que no sabes que ha pasado y el protagonista tampoco, te puedes llegar a hacer una idea, pero poco más.

Para quién escribe un auténtico tour de force de novela negra irlandesa. Una burrada narrada de una manera soberbia.

Me ha encantado.

Maderos

Ken Bruen
Trad.: Antonio Fernández Lera
Tropismos

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