«Alex», de Pierre Lemaitre, por Sergio Torrijos Martínez

alexSergio Torrijos Martínez

A ver como explico yo todo esto. En especial el batiburrillo que tengo en la cabeza y que esta novela no ha hecho sino aumentar.

Por lo pronto vamos a empezar a deslindar que estamos hablando de un escritor francés y como buen hijo de esa tierra es especial. Nuestros vecinos tienen esa costumbre, toman algo y lo convierten en otra cosa. Su cultura, su background histórico y tradicional nos ofrece otro tipo de visión de unos mismos hechos. Nuestros lectores amantes de la novela negra saben de lo que hablo, a todos nos vienen a la cabeza varios nombres franceses que hacen cosas diferentes, por poner a un par, Fred Vargas y Japrisot, podríamos citar a algunos más pero creo que con eso basta y a muchos les sobrará.

En este caso se trata de una novela con reminiscencias anglosajonas, de las que no voy a explicar nada por no fastidiar la lectura. Pero a partir de ese momento y con toques de thriller, que es como empieza la novela, se convierte en otra cosa, algo que es muy complicado de calificar.

Todo se inicia con el secuestro de una mujer de la que no se sabe nada, ni siquiera se sabe que exista. Lo que parece un rompecabezas de casi imposible solución poco a poco se nos va mostrando como algo mucho más complejo y mucho más diferente de lo que pudiera parecer en un primer momento. La novela va girando hacia otras rutas desde premisas ya conocidas.

Lo siguiente que sorprende es el grupo investigador, ahí el autor está sembrado, se monta un grupo en el que todo es particular, desde el propio investigador principal, Camille Verhoeven, que está perfectamente bien construido y su comportamiento es impredecible e irascible, hasta Roland, un pijo metido a policía, pasando por quién más me ha fascinado, Armand, un tacaño, pero no se crean que es el típico agarrado sino es del tipo gorrón y lo que es mejor, la visión que dan de él el resto de los integrantes del departamento, que asumen con normalidad las dotes de rapiña del citado. Por momentos me ha parecido el más interesante, soplando cigarros a todos, pidiendo que le lleven al hospital para ahorrarse el transporte público o esperando que otros paguen la cuenta.

Todo ello hace que de alguna forma alquímica la novela funcione y se lea con extrema facilidad. Es cierto que está muy bien elaborada, que Pierre Lemaitre tiene talento como escritor, y que lo que cuenta y también como lo cuenta incide mucho en que la historia funcione.

Para los lectores avanzados de novela negra el argumento no es muy brillante, tiene demasiadas reminiscencias de otros, sí destila frescura en cuanto al trato de prosa que ofrece y los personajes pero le falta algo de agarre en cuanto a la labor policial pura y dura. Lemaitre lleva al terreno que más controla la acción, decantándose por el desarrollo algo blando de ciertas partes de la obra.

La novela ha funcionado muy bien en cuanto a ventas, ofrece una lectura rápida y agradable, con un argumento atrayente y un desarrollo que provoca interés. Para los lectores más avezados gustará el trato de los personajes, estrambóticos pero muy literarios. También un poco ese aire galo que respira toda la obra y que siempre se agradece, no por algo todos hemos mamado algo del gran Simenon cuyo influjo se respira entre las líneas de la obra.

Alex

Pierre Lemaitre
Trad.: Artur Jordá
Grijalbo

Puedes seguirnos en Google+, Twitter y Facebook


2 comentarios en “«Alex», de Pierre Lemaitre, por Sergio Torrijos Martínez

  1. A pesar de las dudas iniciales, creo que has conseguido explicarlo bastante bien. A mi me gustó más Irene, pero esta también presenta puntos interesantes. Hay alguna solución de la trama que no me convence pero guardaré en secreto cual.

  2. Pingback: Reseña: “Camille”, de Pierre Lemaitre | Revista Calibre .38

Deja un comentario