Reseña: «El estrecho del Lobo», de Oliver Truc

portada_el-estrecho-del-lobo_olivier-truc_201507150919Jesús Lens Espinosa de los Monteros

Hace un par de años, el francés Oliver Truc nos sorprendió con una novela negra teóricamente imposible, El último lapón. Y digo que era teóricamente imposible porque una trama negra y criminal en el Círculo Polar Ártico era algo que requería de mucha imaginación.

Y, sin embargo, aquella novela le quedó muy bien, protagonizada por un nativo sami que pertenecía a la Policía de los Renos, nada menos. Lo pintoresco de algunos personajes y el entorno hostil en que se desarrollaba la trama conseguían enganchar al lector, prendado una historia cuyos protagonistas se movían en motos del nieve igual de los cowboys lo hacían aupados a sus caballos.

Vuelve Oliver Truc con su personaje por antonomasia, el policía Klemet Nango, acompañado por su compañera, Nina Nansen, una noruega del sur que, poco a poco, se va acostumbrando a las peculiaridades del Gran Norte.

El estrecho del Lobo arranca de forma espectacular, con el paso de los renos, a nado, por un peligroso estrecho. Máxima concentración. Un error y se puede provocar una estampida fatal. Y, de repente, el accidente.

Un accidente fatal al que no tarda en seguir otra muerte. Ésta menos accidental. Que el polémico y populista alcalde del pueblo en que transcurre la trama aparece asesinado.

En paralelo seguiremos la historia de otro nativo sami. Uno que renunció a la herencia cultural de su pueblo y pasó de renos, transhumancia y pastoreo. Bien dotado para el buceo, se ha convertido en uno de los buceadores más importantes de la zona. Zona petrolífera y, por tanto, rica. Zona peligrosa, también.

Porque el descubrimiento del petróleo lo trastornó todo en el Gran Norte. De ser un lugar dejado de la mano de Dios pasó a ser un espacio codiciado que despertó una inusitada especulación urbanística.

En ese ambiente de desarrolla la trama de El estrecho del Lobo, con la angustia añadida de que estamos en primavera y los días se alargan tanto que la noche empieza a desaparecer de las vidas de los personajes, lo que contribuye a aumentar la irritabilidad de todo el mundo.

Lo mejor de la novela de Truc, como ocurría en El último lapón, es todo lo referente a la vida en el Círculo Polar Ártico, la relación entre los nativos y los recién llegados y la confrontación entre la tradición y la modernidad. Y, en este caso, también encajan perfectamente los personajes relacionados con las prospecciones petrolíferas, muy al estilo de los héroes hawksianos que tanto nos gustan.

Paradójicamente, lo que menos me ha gustado de El estrecho del Lobo es todo lo referente a la investigación de los crímenes y a las pistas que los protagonistas siguen para dar con los culpables. Una trama enrevesada y forzadamente compleja que puede interesar a los amantes del whodunit, pero que a mí me despista de lo realmente interesante de la novela.

Cuestión de gustos…

 

@jesus_lens

 
El estrecho del Lobo
Oliver Truc
Trad.: Joan Riambau Möller
Alianza Literaria

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