Reseña: «Conduce rápido», de Diego Ameixeiras

Ricardo Bosque

Érika y Samuel. Ventura. El Rubio. Regueira. Garrido y Raúl. La India. Nerea. Bruno. El Pelado. Alexis. Popeye. El hombre que luce gorra militar. Amelia.

Quince personajes.

¿Muchos? Pues todos caben en una novela de tan solo 150 páginas, hecha a su medida, en la que ni sobra ni falta una sola palabra. Dura, descarnada, cruel como lo es la vida con los protagonistas de la historia, sin desperdiciar una línea en descripciones innecesarias.

Ciertamente, cada dia aprecio más la brevedad y huyo como de la peste de las novelas de más de 300 páginas. Antes mi límite estaba entre 400 y 500 salvo honrosas excepciones Debo estar envejeciendo y veo que dispongo de menos tiempo de vida para demasiadas novelas pendientes de leer. Y las que irán llegando.

Ciertamente también, cada vez aprecio más las tramas protagonizadas por delincuentes -de baja o alta estofa- y en las que las fuerzas de orden público no hacen acto de presencia ni para redactar informe de lo sucedido.

Todo eso es Conduce rápido, novela de Diego Ameixeiras editada en gallego en 2014 y que ahora, a través de Akal serie Negra podemos disfrutar en castellano. Una historia en la que, además de los quince personajes citados más arriba, hay otro protagonista indiscutible: un paquete con diez kilos de coca encontrado en una playa como consecuencia de una tormenta, diez kilos de fariña que suponen una puerta abierta a la esperanza de un futuro mejor -o, al menos, de un futuro- para los hermanos Érika y Samuel.

Y todavía otro protagonista más: Santiago (de Compostela) y su cara más sucia, sin lavar, frente a esa más amable que siempre se nos ha mostrado, la entrañable y espiritual, ese destino que visitan miles de peregrinos cada año, agotados tras un largo viaje a pie o en bicicleta, con ánimo de abrazar al apostol mientras alguien, al descuido, les levanta la cartera.

Tremendamente ágil como indica el título, violenta, coral, Conduce rápido ha funcionado además, en mi caso, como una excelente medicina -igual que me sucedió con el último Montalbano– contra ese cansancio que, desde hace unos cuantos meses, vengo sintiendo por el género.

Que me estoy haciendo viejo, otra vez.

 

Conduce rápido
Diego Ameixeiras
Akal Serie Negra
 

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