La verdad del Caimán
En enero de 1976, Alberto Magagnin fue condenado a prisión por el asesinato de Evelina Mocellin Bianchini. En 1993, en pleno y caluroso verano paduano y durante el régimen de libertad condicional, Magagnin desaparece sin dejar rastro. Es entonces cuando su abogada, Barbara Foscarini, decide recurrir a un investigador privado. Se trata del peculiar Marco Buratti, apodado el Caimán, amante del blues, bebedor compulsivo de calvados y expresidiario con siete años de injusta encarcelación sobre los hombros.
Acompañado por su inseparable socio, el contrabandista Beniamino Rossini, el Caimán emprende una investigación que lo llevará a adentrarse en los entresijos de un caso cerrado tiempo atrás. Magagnin no tenía motivos para cometer el homicidio; sin embargo, su perfil lo convertía en la perfecta cabeza de turco. Buratti deberá enfrentarse a una trama que va mucho más allá de las meras apariencias.
El misterio de Mangiabarche
Marco Buratti y Beniamino Rossini se encuentran en Córcega tras haber abandonado una Padua que, a raíz de los resultados de su última investigación, ya no es un lugar seguro para el investigador privado y su inseparable socio. En la isla francesa, no obstante, recibirán un encargo que, de nuevo, los llevará a adentrarse en una red mucho más oscura de lo que jamás habrían llegado a imaginar.
Tres abogados de la vecina Cerdeña reclaman los servicios del Caimán. Tiempo atrás, estos letrados fueron condenados a dos años de cárcel por el homicidio de su colega de profesión Giampaolo Siddi y por su implicación en una trama de tráfico de estupefacientes. Ahora, y a pesar de que el juez finalmente reconociera su inocencia, quieren ajustar cuentas con aquel a quien ellos creen responsable de su calvario: el presunto asesinado, el abogado Siddi, que, con toda probabilidad, sigue vivo y, diez años después, aún desaparecido bajo un manto de misterio e implicaciones insospechadas.