El Turista es un asesino en serie muy particular. Su patrón de actuación reside en la atracción que le producen las mujeres atractivas poseedoras de un determinado tipo de bolso. El momento del crimen en sí resulta muy placentero, pero el verdadero deleite proviene de la extracción y disfrute de cada uno de los elementos que esa mujer lleva en su bolso. El Turista disfruta de encontrar objetos personajes. Algún resguardo del cine en su cartera, alguna fotografía antigua. Pequeños elementos que convierten ese contenedor en una pieza única e irrepetible.
Parte del juego de ser un asesino en serie reside en el reconocimiento público. El Turista disfruta al ver su obra en la prensa y al confirmar lo perdidas que se encuentran siempre las autoridades respecto a estos crímenes. Sin embargo, tras su último asalto en Venecia, pasan los días y nada sucede. Ni una breve mención, ni un comentario al menos. Por ello, comete el terrible error de volver al lugar del crimen para tratar de resolver este misterio. Abre la puerta del piso de su víctima, y el cadáver ya no está ahí. Pero lo que sí hay es una cámara de vídeo grabando su rostro y atrapando su imagen para siempre.
Con este interesante punto de partida Massimo Carlotto construye una novela muy alejada de las obras a las que tiene acostumbrados a sus lectores. El tipo de construcción se aproxima más a una obra de corte comercial, mucho más ligera, pero no por ello de peor calidad. La consecución de los acontecimientos se torna disparatada en algunos momentos, pudiendo apreciar un trasfondo de humor italiano, algo muy presente en el género negro de este país.
A pesar de su brevedad, la acción no se detiene ni un minuto, y gracias una sucesión de descabellados acontecimientos da una vuelta de tuerca sobre las historias de asesinos en serie. ¿Cuál sería la mayor condena para un criminal que se jacta de no ser nunca descubierto y del que sin embargo siempre se habla en la prensa? ¿Ser descubierto? ¿O ser condenado a matar por encargo, algo que borraría por completo su sello distintivo? En una construcción de personajes que juega con el ego de los artistas, Carlotto da la vuelta a todo lo que se esperaría de un asesino en serie, e incluso de todo lo que se esperaría de una novela de espías, ya que es de lo que trata en realidad este libro.
Las críticas que está recibiendo La caza del turista no la dejan en buen lugar y algunos incluso acusan a Carlotto de firmar un texto que no puede ser suyo debido a su baja calidad. Es cierto que los lectores habituales del italiano no encontrarán en esta obra los rasgos distintivos del escritor. El enfoque es mucho más comercial y está planteada para llegar a un público mucho mayor a través de una historia sin demasiadas pretensiones y con una trama alocada y extraña. Pero no creo que todo esto la convierta automáticamente en una mala novela. La calidad del texto es más que evidente y comparada con otros productos comerciales publicados este año aprueba con nota. Tan solo una recomendación: entrar en el texto con la mente abierta y obviando la firma del autor si se ha leído a Carlotto con anterioridad. En caso de no haberle leído aún, dejarse llevar sin más.
La caza del TuristaMassimo Carlotto
Trad.: Isabel González Gallarza Harper Collins
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