Novela: «Noche sagrada», de Michael Connelly

Ángel Luis Pastor

Tras la presentación de su nuevo personaje estrella, Renée Ballard, en Sesión Nocturna y la última entrega de Harry Bosch en Las dos caras de la verdad, Michael Connelly se decide a juntar -juntos pero no revueltos, como veremos- a ambos detectives en una investigación. Harry continúa como “policíajubilado-detectiveprivado-atiempoparcial” (ya saben, esa cosa de los americanos…), revisando antiguos casos abiertos en el Departamento de Policía de San Fernando, mientras que Renée sigue “chupando banquillo” en el turno de noche del LAPD. El azar y la osadía de ella harán el resto. Una noche se topan en la Comisaría de Hollywood y poco después, a petición de Ballard y no sin dudas por parte de Bosch, unen sus fuerzas en la resolución del salvaje asesinato de una adolescente fugada de casa, Daisy Clayton, sucedido nueve años atrás. Un crimen en el que ambos tienen, además del profesional, un cierto interés humano: Bosch, por su relación personal con la madre de la asesinada; y Ballard por su visión feminista y como víctima ella misma de un caso de acoso machista.

Noche sagrada se ocupa también, como otras obras del autor, de varias tramas menores. Tramas que repasan temas sociales, políticos y humanos consustanciales al género negro en general y a la producción de Connelly en particular, desde la trascendencia de las bandas de pandilleros o “la M” (la mafia mejicana) en el tejido social de algunos barrios de Los Ángeles, pasando por la corrupción policial o el abuso de poder. Aquí se añaden además historias de candente actualidad mediática como los charlatanes religiosos o el “Me too”, ya tratado en la novela presentación de Ballard y al que Connelly da una vuelta de tuerca: ahora es una ‘listilla’ la que trata -sin éxito- de sobornar a un famoso acusándole de una falsa violación. Lo que provocará la rabia y el desprecio de Renée hacia ella, pero sin debilitar un ápice su visión feminista sobre el abuso: “Se preguntó cómo vivirían los hombres si supieran que, en cualquier momento de sus vidas, su tamaño y naturaleza les harían vulnerables al sexo opuesto.”

La estructura general es algo más retorcida de lo habitual en el autor, con innumerables ramificaciones y líneas secundarias que se entremezclan profusamente y que acaban sirviviendo, precisamente, para la resolución del caso principal. Todo un entramado que, al margen del mero interés argumental, es utilizado por Connelly como herramienta para seguir profundizando en la vida de la nueva detective y para descubrirnos nuevas facetas (alguna francamente inquietante) de un Harry que ya ha transitado por más de una veintena de títulos. En lo formal, junto al magistral dominio de la tensión narrativa marca de la casa, hay brillantes destellos en el tratamiento de los personajes protagonistas y de algunos secundarios destacados, así como en la honda reflexión sobre el siempre delicado equilibrio entre las relaciones profesionales y las personales.

Según la sobrecubierta “El ingenio de Bosch y la audacia de Ballard se unen para investigar un brutal asesinato”. Y, según la reseña de Publishers Weekly que la acompaña, “Bosch y Ballard forman una pareja perfecta”. Sin embargo, el relato sigue una estructura de capítulos paralelos (Harry / Renée) en la que, pese a trabajar en el mismo caso, los dos protagonistas apenas se cruzan en unas pocas páginas, algunas muy notables, eso sí. Personalmente, me ha quedado la sensación de que Connelly ha querido probar a enlazar su personaje más consolidado con su más reciente -aunque ya exitosa- criatura, pero sin terminar de atreverse a juntarlos del todo, quizás por miedo a que, convirtiéndolos en una pareja de detectives al uso, ‘la nueva’ acabe siendo otro más de los muchos compañeros que, como Jerry Edgar, Kizmin Rider o Lucía Soto, han acompañado a Bosch en su ya larga carrera; y reduciendo, de paso, la talla de una figura que muy probablemente esté destinada a la sustitución del viejo sabueso. Un sabueso con artritis en una rodilla… ¡y 70 añitos!, no lo olvidemos.

Pero, por otra parte, Connelly ya ha publicado -de momento sólo en Estados Unidos- su siguiente novela, ‘The night fire’, protagonizada por ambos detectives. Por lo que habrá que esperar a su traducción y publicación en España para emitir un juicio definitivo sobre el alcance de la prometida asociación (ellos mismos lo hacen en el efectista final de Noche sagrada) entre Harry Bosch y Renée Ballard. En fin, ya veremos… De momento, disfrutemos de ésta.

Noche sagrada
Michael Connelly
Trad.: Javier Guerrero Gimeno
Alianza de Novelas

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