Juan Mari Barasorda
PARTE IV: 1941-1980. De los duros 40 a los 70 de la no violencia
Desde el final de la II Guerra Mundial hasta el final de la guerra del Vietnam, el género negro sufrirá una evolución convulsa. Lo mejor del género negro se publica al inicio de este periodo, empezando por El sueño eterno (1939) y Adiós muñeca (1940) de Raymond Chandler, pero el detective hard boiled no deja mucho espacio a las mujeres detectives que tanto éxito habían cosechado, incluso en el genero pulp, en los años 30.
En 1941, la escritora Frances Kirkwood Crane (1890-1981) continúa la tradición de la pareja de detectives típica de la era pulp con el matrimonio de Pat y Jean Abbott. Protagonizaron veintiséis novelas, cada uno con el nombre de un color en la portada, empezando por “The turquoise shop”, entre 1941 y 1965, novelas que el lector encontrará sin dificultad en las librerías de viejo. La primera pareja de mujeres detectives americana –formula hoy habitual en series televisivas– la conformaron Amanda y Lutie Beagle, quienes heredan la agencia de detectives Beagle de Nueva York a la muerte de su hermano. Dos novelas escritas en 1941 y 1942 por Marjorie Torrey Chanslor (1891-1964), la primera “Our first murder”, fueron todo el recorrido literario de estas dos solteronas.
La detective Gale Gallagher sí representó al detective hard boiled en su versión femenina. También fue el seudónimo que Margaret Scott y su marido Will Oursler utilizaron para firmar sus novelas, la primera Lo encontré muerto (“I found him dead”) en 1947. Gale es hija de un policía, fuma continuamente y no se priva de beber alcohol. Además adora llevar sombrero y tiene una ayudante femenina, Patsy Higgins. Tambien sera fácil encontrar alguna de sus novelas en las librerías de viejo.
Puck Eksted, por el contrario, representa la vuelta a la tradición de la Golden Age, al whodunnit. La protagonista es una detective aficionada, licenciada en historia de la literatura de profesión, que resuelve crímenes en la Suecia de los años 50. La detective creada en 1949 por la madre de la novela policíaca nórdica Maria Lang (1914-1991) protagonizó 42 novelas entre 1949 y 1990, de ellas Un cadáver en el jardín fue la primera en ser traducida en fechas recientes al castellano.
Nancy Spain (1917-1964) fue una mujer excepcional y una escritora brillante. Comenzó su carrera como periodista en el Newcastle Journal y dejó su vida junto con su mujer Joan Werner en una avioneta. Fue la mujer mas famosa de la prensa y la televisión en Inglaterra durante dos décadas y escribió seis novelas, la primera en 1949 con la detective Miriam Birdseye como protagonista. Spain mantuvo una relación con Marlene Dietrich y se convirtió en un icono del lesbianismo. Novelas como Cenicienta va a la morgue o Veneno para la profesora –ambas salpicadas de un fino humor, ya que Spain modeló a su detective conforme a la estrambótica y divertida actriz Hermione Gingold– están al alcance de quien conocer su obra detectivesca.
Honey West, siempre acompañada de su calibre 22, fue también modelada a semejanza de una actriz, Marylin Monroe, pero con la estética de las inolvidables Cathy Gale o Emma Peel de Los Vengadores. Gloria Gautraud Fickling (1925-) y su marido, Forrest Fickling, fueron las plumas tras el seudónimo de G. G. Fickling. Publicaron la primera novela de Honey West en 1957 (“This girl for hire”) y diez más hasta 1972, pero su popularidad se disparó a partir de 1965 como la primera mujer detective de la televisión interpretada por Anne Francis.
Marla Trent fue un producto de la era pulp pero habitual en las novelas de “a duro”. Su autor, Henry Kane (1918-?), la creó en 1959 en “Private Eyeful”. Siguió el modelo hard boiled de Gale Gallagher pero la pluma de Kane se adentró sin rubor en el comportamiento sexual de Marla con el sexo masculino y la aplicación de sus artes de seducción con los sospechosos más que en sus capacidades de investigación. Sin duda un estereotipo hoy caduco.
En 1963, solo diez años después del primer James Bond, nacio la superespía femenina Modesty Blaise en una tira de cómic con guiones de Peter O’Donnell y dibujos inicialmente de Jim Holdaway (después de Enrique Badía entre otros). O’Donnell comenzó a escribir también las novelas en 1965 –un total de once títulos hasta 1985– a partir del éxito del primer film con Monica Vitti en el papel de Modesty.
Kate Fansler, la detective aficionada creada por Amanda Cross (seudónimo de Carolyn Gold Heilbrun (1926-2003), es profesora de literatura en una afamada universidad de Nueva York. Las novelas tienen casi siempre un trasfondo universitario desde la primera, Análisis final (1964). Aunque escritas por una mujer, las novelas son poco feministas para la época. Su autora, catedrática también, creó en el año 2000, poco antes de su suicidio, una nueva investigadora, Estelle Aiden Woodhaven (Woody), abogada, que colaboró con Kate en una investigación.
La TV encumbró a la dinámica espía y detective protagonizada por Diana Rigg en el papel Emma Peel de Los Vengadores entre 1965 y 1968 que sustituyó en la serie a Cathy Gale, protagonizada por Honor Blackman. En 1966 se publicó la primera novela protagonizada por Emily Pollifax, la miss Marple de la novela de espías, personaje creado por la escritora Doroyh Gilman (1923-2012), con catorce novelas y dos películas, la última con Angela Landsbury como protagonista.
Dorothy Unhak (1930-2006) prestó durante catorce años servicio en la policía de Nueva York, se retiró y publicó en 1968 su primera novela, “The Bait”, con una detective, Cristhie Opara, como protagonista, destinada en la oficina del fiscal de distrito, como en su carrera lo estuvo la propia Dorothy.
Tras el éxito alcanzado en los años 60 con Adam Dalgliesh, la escritora británica P. D. James (1920-2014) creó una detective joven e inexperta que trabaja en una agencia de detectives. Cordelia Grey llevó a cabo su primera investigación en No apto para mujeres (1972), investigación que transcurre también en un campus universitario. En La calavera bajo la piel, P. D. James utilizó la novela para plasmar su propia investigación de un true crime, el caso Wallace, ocurrido en 1931. Cordelia Grey no tuvo más novelas pero sí el honor de protagonizar una serie de TV con otros guionistas.
En 1974 aparece la primera detective a la que puede reconocerse el titulo de “moderna” en la literatura criminal americana. Fue en un relato en el Alfred Hitchcock’s Mystery Magazine. Delilah West fue la creación de Maxine O’Callaghan (1937-) y su primera novela fue publicada en 1980 (“Death is forever”). West dirige la agencia de detectives que hereda al fallecimiento de su marido en Santa Ana (California) y si algún día es traducida al castellano los lectores apreciaran un recuerdo a Kinsey Milhone.
Sí es cierto que la primera novela protagonizada por una detective “moderna” en EEUU debe corresponder a la detective Sharon McCone y a la novela publicada en 1977, “Edwin in the iron shoes”, escrita por Marcia Muller (1944-). La mujer de Bill Pronzini esta muy poco traducida al castellano a pesar de que solo la serie de McCone ya la componen treinta y cuatro novelas. Juegos para ahuyentar la oscuridad, Déjale un recado a Willy o Doble, escrita con su marido, son buenas oportunidades para conocer a McCone. Como Sue Grafton expresó: “Marcia Muller es la madre fundadora de la detective hard boiled contemporánea”.
Tambien en 1977 nació otra detective pionera pero en la TV. La mujer policìa, la sargento Leanne Pepper Anderson, protagonizada por Angie Dickinson fue merecedora de un Globo de oro por su personaje y llegó a todos los hogares fomentando el interés de las mujeres en el acceso a la profesión policial.
Otra novela también pionera se publicará en 1977. Será la primera novela protagonizada por una detective lesbiana y feminista y que incluye hasta una escena sexual de la protagonista. La editorial que se atrevió a su publicación, Daugthers Publishing Company, estaba dirigida por dos mujeres, June Davis Arnold y Parker Patricia Bowman, comprometidas con la causa feminista, que buscaban publicar novelas que fueran de calidad y que fueran escritas por feministas. Fue una novelista –Bertha Harris– a quien la editorial había publicado quien propuso la publicación de la escritora Mary F. Beal (1937-) y su novela Angel Dance. Angel Dance se convirtió en un éxito de ventas en aquel año y su protagonista era la detective Maria Katerina Lorca Guerrera Alcazar, Kat Guerrera, periodista que ejercerá de guardaespaldas y detective en la novela.
En 1978, la escritora Eve Zaremba (1930-) publica “A reason to kill”, la primera novela de las seis que protagonizará la detective Helen Keremos. Será en la segunda novela que ya se publica en 1986 cuando la detective canadiense Keremos saldrá del armario.
También fue pionera, pero publicando la primera novela negra en castellano escrita por una mujer, Lourdes Ortiz (1943-). Con Picadura mortal (1979), protagonizada por la detective Bárbara Arenas, nace la primera mujer detective de la novela negra en España en una novela que refleja los primeros años de la transición.
Si McConne fue la primera detective moderna americana, Anna Lee fue la primera detective moderna británica. Apareció por vez primera en 1980 en la novela “Dupe” (Engaño), escrita por Liza Cody (1944-). Anna Lee y las seis novelas en las que apareció dieron a su creadora los más importantes premios de novela negra y fue el precedente para la eclosión de la gran detective de los años 80, Kinsey Milhone, pero eso es ya otra historia.