Con Progenie, la primera novela protagonizada por la inspectora Camino Vargas, Susana Martín Gijón demostraba que no tenía ningún reparo en adentrarse en terrenos pantanosos desarrollando una trama centrada en la maternidad lograda a través de métodos de reproducción asistida. Ahora, en Especie, la autora vuelve a remangarse y afronta otro tema no menos polémico que podría llegar a enfrentar a animalistas con especistas e incluso a veganos con omnívoros.
Esta segunda entrega mantiene la estructura que tan bien funcionó en la primera, con capítulos muy breves que no dan respiro al lector y mantienen la tensión narrativa desde la primera página hasta el desenlace final. Conserva el equipo habitual con alguna incorporación como esa Evita Gallego tan menuda como intrigante y que resultará clave para resolver el caso y Vargas sigue en su línea, audaz y bruta como pocas pero con un corazoncito que trata de ocultar y, en contadas ocasiones, se muestra bien visible.
La novela arranca con varias desapariciones que, desgraciadamente para sus víctimas, pronto se transforman en asesinatos, cometidos además con unas características que pueden hacer pensar en crímenes rituales. En la investigación se tratará de mantener el difícil equilibrio entre lo personal y lo profesional por parte de algunos de los protagonistas, una línea frágil que se puede cruzar con gran facilidad.
Incluye también algunas descripciones un tanto escabrosas -y no precisamente centradas en las víctimas de los asesinatos- que, por unos minutos, me hacen replantearme mi modelo alimenticio. Por unos minutos solo, que enseguida recuerdo el sabor de un chuletón, el aroma de unas buenas morcillas o la crujiente textura de unas madejas de ternasco de mi tierra (los castellanomanchegos pueden evocar aquí sus zarajos con resultado similar) y se me pasa la tontería.
Utilizando un simil que creo encaja con el espíritu de la novela, diré que con su lectura he disfrutado más que un cochino retozando en un lodazal. Y si te gustó Progenie, estoy seguro que tú también lo harás.
EspecieSusana Martín Gijón Alfaguara
El tema me recuerda, ligeramente, la novela «Sobre los huesos de los muertos» de la Nobel polaca Olga Tocarczuk.
Creo que Susana Martín Gijón puede traer una buena novela.