Novela: «Tiempo para crear, tiempo para matar», de Lawrence Block

crear matarSergio Torrijos Martínez

Hoy, un clásico del género. Creo que sobre esa afirmación no puede existir ninguna duda, tal vez sobre la calidad de la obra dentro de la producción de Block, tan grande y variada que es complicado, al menos para quién escribe, elegir una. Puede que la obra “Caminando entre las tumbas” tenga algo más de fama, seguro que por su paso por la gran pantalla. Ese un paso fácil de la letra impresa al celuloide, es una característica muy destacada del autor.

Esta obra fue publicada en 1976, fecha vital para entenderla. El protagonista es el famoso Matthew Scudder, ex policía, investigador sin licencia y bebedor. A su alrededor, bares, ¡cómo no!, luego hablaremos de sus costumbres, y sobre todo Nueva York, no la ciudad de ahora sino la de la fecha de publicación. Una ciudad bestia, sucia, violenta, muy complicada.

Scudder, en esta novela todavía bebe, hace una promesa a un chantajista profesional. No aprueba su proceder, pero tampoco intenta juzgarlo, bastante tiene con su cruz como para tratar con cruces ajenas. El chantajista, Spinner Jablon, es un antiguo conocido, confidente, medio amigo de Scudder, quién se verá comprometido con la repentina y violenta muerte del señor Jablon y para averiguar quién se ocupó de enviarlo al otro barrio decidirá seguir con sus manejos, así a la vez que investiga chantajea o investiga y uso el chantaje para semejante fin, pueden poner el orden que quieran.

La obra, con poco espacio, tiene el tamaño ideal para una trama potente y corta, circula así entre un grupito reducido de personajes y al mismo tiempo vamos viendo las evoluciones del protagonista, integro, aunque esté rodeado de inmundicia. De alguna forma Scudder levita sobre semejante rastro de suciedad, aunque claro algo salpica, siempre algo salpica.

Scudder vive en hoteles y bares, toma café y le añade bourbon, para así ahorrarse pedir dos veces, parece que el espacio civilizatorio no ha llegado al carajillo. Semejante atraso es inexplicable, más aún cuando el alcohol circula en gran cantidad y sin restricciones, tanto que el protagonista termina con algunas borracheras criminales, despertando, no sabe ni donde ni la forma en que ha llegado allí. Tampoco tiene remordimientos, su proceder entra dentro de lo normal, al menos para él, pero nunca tiene ese carácter festivo que puede ofrecer el alcohol. Es así un personaje atormentado, aunque no haga gala de ello y no se fustigue en demasía. Bebe como otros fuman y su mundo está repleto de gente similar a él, que habitan en bares y beben de verdad.

Resumiendo, una obra muy recomendable. Es una lectura corta y se disfruta, no se ven rodeos, ni formas de rellenar espacio, se centra en la trama y eso es de agradecer. Scudder es un personaje, creo que todos lo conocemos, que ofrece múltiples posibilidades de desarrollo y Block lo aprovechara. Es una obra más que interesante.

Tiempo para crear, tiempo para matar

Lawrence Block
RBA

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