«Hemos llegado a un punto en el que ese ente abstracto que llamamos novela negra empieza a ser considerado como una literatura de primera línea que no tiene por qué rendir cuentas a nadie más que a sí misma, a su propia tradición y a sus grandes maestros.»
Con estas palabras arranca el artículo de Francisco J. Ortiz en el número 122 de la revista Debats, monográfico dedicado al género negro. Un artículo –Crímenes en serie. El componente lúdico y la estructura serial del género negro, de sus origenes al cómic contemporáneo– que, además de ofrecer al lector unas breves pinceladas acerca del origen histórico del mismo, se centra en lo que mejor conoce su autor: las viñetas en general y las negras en particular.
Así, Ortiz repasa, cronológica y casi exhaustivamente, de principio a fin, lo que el cómic ha aportado al mundo del crimen literariamente hablando, desde sus inicios con The Shadow, Rip Kirby o The Spirit hasta los más recientes Sin City de Frank Miller o el Whitout de Rucka y Lieber y dedicando un generoso espacio a todo lo que podemos leer entre ambos extremos temporales: Black Kiss, Balas perdidas, 100 balas, Fell…
Por su parte, Luis Veres dedica un extenso artículo a la irrupción de lo criminal en nuestras casas a través de la pequeña pantalla -no tan pequeñas últimamente, con tantas pulgadas que apenas caben en nuestros salones-, desde las inaugurales de los años cincuenta Martin Kane, Private Eye o Perry Mason hasta las más recientes Los Soprano o The Wire, pasando por la gran eclosión setentera de Kojac, Bareta, Colombo, Hawai 5.0 o McMillan y su esposa, el golpe de timón o puñetazo sobre la mesa que supuso Hill Street Blues o la postmoderna por antonomasia en palabras de Veres: Miami Vice.
También, por supuesto, la producción nacional tiene su hueco en el artículo, en el que recordaremos aquellas series míticas que fueron La huella del crimen o Brigada Central -dirigida esta última por Pedro Masó y escrita por Juan Madrid-, otras más recientes como Periodistas o El comisario y la que pasa por ser la mejor serie negra de la historia de la televisión en España: Crematorio, dirigida por Jesús Sánchez Cabezudo y emitida en 2011 por Canal Plus.
Dos artículos que, por sí solos, ya justifican la conveniencia de hacernos con un ejemplar de esta revista. Comprenderemos que su adquisición resulta obligada para todo aquel que se considere aficionado al género negro si añadimos, a lo ya visto: dos estupendos artículos cinematográficos -uno sobre el cine negro español durante el franquismo y el otro centrado en los canallas glorificados por la gran pantalla firmados por Vicente J. Benet y Emili Piera respectivamente-; otro en el que Mariano Sánchez Soler nos resume el nacimiento y evolución del género, aspecto este último en el que conseguiremos una visión más amplia si cabe con el artículo de Luis Valera sobre las diferentes edades por las que ha atravesado el género criminal; o el de Pedro Tejada Tello acerca de novela negra y memoria histórica en el que se analiza a fondo -pero no solamente- el caso Alejandro M. Gallo; o la entrevista a múltiples bandas de Marina López Martínez a la que se enfrentan autores como Fernando Arias, Juan Ramón Biedma, Vicente Garrido, Susana Hernández, Rosa Ribas, Toni Hill, Juan Madrid, Mariano Sánchez Soler o Carlos Zanón…
Lo dicho: si le gusta el género negro en cualquiera de sus modos de expresión -y si está leyendo este texto está claro que le gusta- el número 122 de Debats no puede faltar en su casa. Para más detalle, dejamos aquí el sumario completo de este monográfico criminal:
Presentación
El género negro a Debats, Marina López Martínez.
Espais
El cine negro español durante el franquismo: estilo y función política, Vicente J. Benet
Género negro y series de televisión: el destierro televisivo de lo negro, Luis Veres
El adversario seductor. La glorificación del canalla, Emili Piera.
Encontres
La novela negra a todo color, Marina López Martínez.
Quadern
Crímenes en serie. El componente lúdico y la estructura serial del género negro, de sus origenes al cómic contemporáneo, Francisco J. Ortiz
Mirant de reüll la narració criminal; política, retòrica i hermenèutica, Adolf Piquer Vidal – Àlex Martín Escribà
Después de Carvalho: la novela negra como vía de conocimiento social, Mariano Sanchez Soler
Novela negra y memoria histórica: El caso de Alejandro Martínez Gallo, Pedro Tejada Tello
La evolución del género criminal, Luis Valera.
Finestra
Negras pasiones, David G. Panadero.
Revista Debats #122. Género negro. 2014 Alfons el Magnànim. Diputación de Valencia ISBN: 977-0212-0585-02 106 pàgs. 9 €

Bueno, no es de ahora, eso de que la novela «negra» (¡manía con llamar «negro» a lo policiaco!) ya se decía en los años 80, los bunes y todas esas cosas. ¿No te acuerdas del número extra de Cuadernos del Norte, allá por los ochenta, donde escribieron todos los clásicos españoles? ¿No te acuerdas de tesis doctorales como la de Colmeiro (que la llamó «policiaca» y no «negra»? Sigue dando la sensación de que la etiqueta «negra» o «policiaca» desprestigia a la literatura. No hay que tener complejo de inferioridad, hay novelas policiacas extraordinarias y novelas policiacas que son una mierda. Así como las otras que no tienen etiqueta son buenas y mierdas.
Además «Debats» tuvo años mejores, mucho mejores en cuanto a profundidad y conocimiento. Fue cuando la Comunidad Valenciana no dependía de estos corruptos actuales.
Que interesante, me la voy a comprar… estoy de acuerdo en que la novela negra no debe rendir cuentas a nadie, es un género narrativamente dinámico que admite profundidad intelectual. Desde la critica social q encontramos en los nórdicos a las miserias humanas de Benjamin Black.
Un saludo
Seguro que te gusta, tiene unos enfoques muy interesantes, especialmente atractivo el artículo sobre las series televisivas. O será que me retrotraen a la infancia y juventud, vete tú a saber