Gracias a Manuel, Óscar y Raúl Quijano, tres brothers leoneses de pura cepa, Teresa Suárez conoció uno de los garitos más recomendables del suelo patrio, donde tomarte una birra se puede convertir en toooda una aventura.
Qué, ¿entramos?…
Es un local
de mala muerte
donde se juntan cada noche los de siempre.
Se escriben guiones,
novelas negras,
se escriben páginas de trucos y maneras.
Se abre la puerta,
se hace la niebla,
entre los humos y perfumes alguien entra.
Unos se miran,
otros preguntan
quién es el tipo que parece el mismo Buda.
quién es el tipo que parece el mismo Buda.
En una esquina
un presidiario,
justo en la barra enfrente hay un notario.
Un separado
con una viuda
hace pareja con la amiga de la viuda,
hace pareja con la amiga de la viuda.
Y hay un decano también,
y un abogado también,
y un policía rodeado de ladrones,
y una princesa y una portuguesa,
que en nada quedan si se quitan los tacones.
Y hay un decano también,
y un abogado también,
y un policía rodeado de ladrones,
y una princesa y una portuguesa,
que en nada quedan si se quitan los tacones.
Un matrimonio
bien avenido,
a solo un metro la querida del marido,
el bien tranquilo
disimulando,
ella pendiente porque ha visto un viejo amigo,
ella pendiente porque ha visto un viejo amigo.
Hay tres banqueros,
van con corbata,
están casados, los anillos bien guardados.
Tres italianas
no se recatan,
se echan a suertes a los tres de la corbata,
se echan a suertes a los tres de la corbata.
Y hay un decano también,
y un abogado también,
y un policía rodeado de ladrones,
y una princesa y una portuguesa,
que en nada quedan si se quitan los tacones.
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