Sergio Torrijos Martínez

Ataca Claudio Cerdán la serie protagonizada por Sonia Ruiz de frente, como ya nos tiene acostumbrados. Por lo pronto la protagonista -recordar que es una detective privada sin licencia y con una vida acorde a la cantidad de apetecibles curvas de su cuerpo- aparece en un contenedor de basura medio desnuda. Un recuerdo difuso y una antigua compañera de instituto forman ese primer momento de confusión en la mente de nuestra protagonista. Luego, ya entrando en materia, la investigación que irá sobre grupos neonazis que se vinculan sobremanera con equipos de futbol.

Así, todo tiene una mezcla entre aguerrido y peligroso, entre sensual y carnal. Sonia Ruiz parece más real en esta entrega, pues de alguna forma se la ve frágil, más humana aunque también eso le da ese plus de personaje más cuajado. También la pluma de Cerdán nos ofrece siempre un grado de dureza especial, no por algo el murciano comenzó en el hard boiled y parece que de alguna forma siempre tenderá a él.

Tal vez sea por la temprana definición del personaje por lo que de alguna forma se encorsete el resto de las entregas, recordar que cada novela está escrita por un autor diferente, lo cual siempre refresca mucho, más aún cuando los que intervienen tienen bastante arte con esto de juntar letras.

No voy a descubrir ahora a Claudio Cerdán, me considero fan suyo. Tengo que reconocer que la longitud de la novela es óptima y le permite crear una intensidad importante a toda la ficción, tal que entre el tamaño y las artes creativas del autor cuando quieres darte cuenta estás encarando el final de la novela. Es así como un trago corto pero intenso y que como lector tengo que agradecer, pues todo es mucho más directo.

La idea originaria de la editorial de crear un personaje y llevarlo de la mano de diferentes autores es más que interesante, más aún cuando se cuenta con la calidad de los autores que hasta ahora han intervenido, lean la lista y me cuentan. Es preciso agradecer la labor editorial, no me cansaré de repetirlo, pues me parece que tiene muchísimo mérito.

Para ir terminando les recomiendo la lectura, no sólo por el autor, que es un buen escritor, sino también por saber que le ocurre a Sonia Ruiz a quién ya le hemos cogido cierto aprecio. Sólo deseo que la siguiente entrega no se haga esperar mucho.

Nunca mires atrás