Sergio Torrijos Martínez

Retoma la autora a su personaje fetiche Jackson Brodie, algo más viejo, algo menos cínico pero plenamente en forma. Ahora vive en un pueblo cerca de la costa, donde investiga casos de infidelidades y pasea a su perra, también brega con su hijo adolescente, en la medida de lo posible porque queda claro que a Brodie la situación le supera con creces.

Atkinson crea todo el entramado de ficción a partir de pequeños datos, de relaciones entre diferentes personajes sean principales o secundarios y siempre esconde una verdad, la mayor parte de las veces bastante oscura, en mitad de todos ellos. Lo mejor de la autora son sus personajes femeninos, francamente notables, decididos, bárbaros, salvajes a veces, siempre convincentes. En esta ocasión llama poderosamente la atención Crysta. Un personaje que merecería que toda la trama pivotara sobre ella, pero Atkinson siempre suministra con mesura esas interacciones y siempre llena de claroscuros a esos personajes, y lo hace tan bien que se quedan en la memoria casi para siempre. Te pasas la mitad de la novela esperando que aparezca el personaje, pues la narración va cambiando el punto de vista de un personaje a otro.

Crysta es un personaje fuerte, determinado, desmesurado y francamente estrambótico, desconozco cómo lo consigue la autora, cómo crea un personaje con tantas contradicciones y tan peculiares que son incomprensibles, y más incomprensible aún que en la ficción se manejen tan bien. Es cierto que muchos de los personajes de la autora son peculiares, pero en el fondo tenían siempre algo que los hacía entendibles, no así con este que parece inexplicable y al mismo tiempo sus acciones, aunque extravagantes, siempre parecen las más adecuadas. De alguna forma la autora consigue recrearlos con una retorcida lógica y el lector permanece siguiéndolos, asombrado y creyendo a pies juntillas esa desquiciada forma de pensar. Con la sola mención del personaje ya se me esboza una sonrisa y seguir sus andanzas ya justifica toda la obra.

Lo que parecía una trama de un simple caso de suicidio sospechoso va tornando un giro cada vez más dramático y todo terminará por explotar de la manera más bestia posible. El lector no tiene ni sospecha de cómo evolucionará la trama, tanto que cuando te enfrentas al último tercio de la lectura no puedes llegarte a creer que terminarás en ese campo. Evidentemente no puedo revelar mucho porque perdería toda la gracia. Si se atreven con la novela, se lo recomiendo, déjense llevar, la autora da vueltas y puede que despiste, pero merece la pena el viaje. Un viaje en donde los detalles son tan importantes como la acción y prepárense a reír y a veces sonreír.

Me cuesta mucho calificar la novela dentro de la serie de Brodie, todas las novelas tienen mucho nivel, está creo que al ser más larga pierde un poco de viveza. Es cierto que a la autora parece importarle poco la extensión, cuenta una historia como quiere y al ritmo que quiere y eso se percibe de manera muy clara.

Si han leído las anteriores queda claro que está les va a convencer, si son nuevos en ese universo pueden probar, no se van a decepcionar.

Cielo interminable