«Una noche más para sobrevivir», por Teresa Suárez

Cartel peliculaTeresa Suárez

INFORME POLICIAL

Operación: “Run All Night”.

Agentes del cuerpo de policía de la ciudad de Nueva York, al mando del inspector que llevaba casi treinta años tras su pista, han capturado esta madrugada al presunto responsable de más de diecisiete asesinatos.

El detenido es Jimmy Conlon, alias El cavatumbas, varón blanco de 53 años de edad, complexión fuerte y elevada estatura (1,92 m).

Modus operandi: buscaba a la víctima, se enfrentaba a ella y le disparaba, siempre de frente nunca por la espalda, las veces que fuera necesario. Su preferencia por el empleo de armas de fuego indica que en los crímenes no había nada personal.

El sujeto trabajaba a las órdenes del mafioso irlandés Shawn Maguire, a quien conocía desde niño.

Relato de los hechos:

Para Jimmy Conlon empezó como

-Una noche (más) para intentar ahogar los fantasmas en el fondo de un vaso de whisky.

-Una noche (más) para arrastrarse frente a unos cuantos gilipollas, delincuentes de poca monta, que parecen haber olvidado el respeto que merece un tipo conocido como “El cavatumbas”, apodo ganado a golpe de gatillo tras toda una vida dedicada al crimen.

-Una noche (más) para ser ridiculizado y humillado.

-Una noche (más) consagrada al insomnio, sin que la bruma etílica le impida ver los rostros de las víctimas, no importa quienes no importa cuántas, que desfilan ante sus ojos una y otra vez privándole del descanso.

-Una noche (más) para confesar sus remordimientos al amigo, el compañero, el casi hermano, y, mientras recuerdan el largo y tortuoso camino que han recorrido, volver a prometerse que, llegado el momento de partir, cruzaran juntos la línea que separa este mundo de ese otro lugar donde sea que se va uno cuando se va.

-Una noche (más) para enfrentarse al policía que le pisa los talones desde hace tiempo y que conoce la lista de sus crímenes casi mejor que él.

De repente un problemilla entre los hijos de ambos (¡estos chicos!) lo trastoca todo y degenera en un enfrentamiento con Shawn, sin posibilidad de vuelta atrás, durante el cual Jimmy tiene:

-Una noche (solo) para escoger entre lealtad o familia.

-Una noche (solo) para proteger a los de su sangre derramando la de otros.

-Una noche (solo) para hacer que su hijo, a quien no ve desde hace cinco años, vuelva a confiar en él.

Una noche (solo) para asegurar la vida y libertad de su progenie.

-Una noche (solo) para acabar con Shawn Maguire, el amigo, el compañero, el casi hermano, o para que Shawn acaba con él.

-Una noche (solo) para (preferentemente en este orden) obtener el perdón de su hijo Mike, garantizar su futuro y el de su familia, morir y confesar sus pecados.

 

PRUEBA TESTIFICAL DEL ACUSADO

El acusado presenta síntomas de alcoholismo crónico.

Durante la última entrevista telefónica que mantuvo con el inspector de policía encargado de la investigación, Jimmy Conlon, habitualmente frío, incisivo e impasible, se mostró preocupado, vulnerable y dispuesto a confesar a cambio de garantizar la protección de su hijo.

 

FICHA TÉCNICA:

Detonante: el poco seso del hijo del jefe (Boyd Holbrook).

Objetivo principal: el hijo de Jimmy Conlon (Joel Kinnaman).

Autores materiales de la masacre: Jimmy (Liam Neeson) y Shawn (Ed Harris). Las interpretaciones de ambos y sus primeros planos juntos son de lo mejorcito de la historia.

El sicario negro: el rapero afroamericano Common. Una versión humana y barata de Terminator, tan inexplicablemente cabreado con Jimmy como poco convincente en su papel de asesino implacable.

Policía al frente de la investigación: Vincent D’Onofrio. Tristemente desaprovechado en un personaje con poca profundidad psicológica y ninguna carga emocional.

Familiar de lujo: Nick Nolte. Irreconocible y avejentado pero siempre un lujo de ver.

Carne de culebrón: Génesis Rodríguez.

Responsable de fotografía: Martin Ruhe.

Música: Alan Silvestri

Autor intelectual del crimen: Jaume Collet-Serra.

 

CONCLUSIONES:

Se trata de dos compañeros de armas que buscando cosas diferentes (uno venganza, el otro redención) tal vez acaben cumpliendo, o tal vez no, la promesa tantas veces formulada de cruzar juntos la laguna Estigia para recibir, allá en el inframundo, el castigo merecido por las vidas que han llevado.

Tras analizar las pruebas y leer los distintos informes periciales, podemos afirmar que nos enfrentamos a una historia violenta que, gracias a los numerosos planos aéreos de la ciudad de Nueva York y las caídas en picado de la cámara en busca del rincón más oscuro y sórdido de sus peligrosas calles, se nos narra de una manera furiosa y frenética. Un chute de acción, con subidón de adrenalina incluido, que te impide hacer otra cosa que no sea agarrarte fuerte a la butaca para intentar seguir, sin marearte, el ritmo que el jodido director está empeñado en insuflar, lo quieran o no, a toda la sala.

Importante: no te cambiará la vida, pero pasarás 114 minutos muy entretenidos. Después la olvidarás.

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