Juan Mari Barasorda
PARTE II: 1901-1920. Detectives victorianas. El periodo eduardiano
El nuevo siglo trajo nuevas detectives.
La prolífica L. T. Meade, en compañía del médico y escritor Robert Eustace crean en 1902 –en el “Pearson’s Magazine”– la primera detective de lo oculto, la quiromántica Diana Marburg, conocida como “el oráculo de Maddox Street”.
La detective aficionada Bella Thorn (The girl behind the keys, 1903) fue también una representante de la “new woman”. Consigue un empleo como mecanógrafa, pero descubre que en realidad trabaja para una organización criminal. Su autor, Tom Gallon (1866-1914), fue calificado por los críticos de época como un nuevo Dickens por su conocimiento de los bajos fondos londinenses.
Reginald Wright Kauffman (1877-1959), guionista de reconocido talento, publico en 1906 Miss Frances Baird, Detective. Miss Baird trabaja en una agencia de detectives y será quien cuente en primera persona sus propias aventuras.
Harlan P. Hasley, bajo el seudónimo “Old Sleuth” (“Viejo detective”), creó varias detectives: Lady Kate, “the dashing female detective”, Maud, “the Society detective”, Cad Metti, “the female detective strategist”… y, en 1904, a la primera detective francesa: Mademosielle Lucie. A su vez, dos autores franceses crearon detectives americanas: Antonin Reschal (1874-1935), prolífico escritor francés, autor de novelas de corte erótico, publicó numerosas aventuras de su detective Miss Ethel Boston en varios magacines a partir de 1908. Reschal se imagina una Nueva York imaginaria y se atreve incluso a que su detective acompañe al Dr. Watson en la investigación del asesinato de Sherlock Holmes. Jean Petithuguenin (1878-1939) creó a Miss Ethel King, “la Nick Carter femenina”, habitual también de los magacines.
Florence Warden, seudónimo de Florence Alice Pice James (1857-1929), fue una de las más prolíficas escritoras de misterio de la era victoriana. En 1908 publica The dazzling Miss Davison, donde la protagonista, una mujer de la alta sociedad, acaba siendo reconocida por la policía como una “auténtica detective”. La novela se convirtió pocos años después en una película de gran éxito.
Marie Connor Leighton (1865-1941) es una escritora muy poco conocida. Sufragista, mujer de agitada vida amorosa, admirada por Vera Brittain (novia de su hijo) y prolífica escritora que escribió sola y en compañía de su marido una ingente producción de novelas detectivescas. Sin duda fue una de las más fantásticas y fascinantes representantes entre las escritoras eduardianas. Creo dos detectives, Joan Mar, detective (1910) y Lucile Dare, detective (1919), esta última creada como una mujer tan fascinante como su creadora.
A su vez, una dama de la alta sociedad, la baronesa Emmuska de Orczy (1865-1947), creó en 1910 en las páginas de “The Strand” a Lady Molly de Scotland Yard. Molly Robertson-Kirk fue una detective de Scotland Yard antes de que en la policía británica hubiera mujeres policía y menos aún detectives, por lo que la imaginación de la genial baronesa, autora de otros éxitos como La Pimpinela Escarlata precedió en este caso a la realidad.
También fue en las páginas de “The Strand” donde, entre 1911 y 1916, se publicaron las aventuras de Judith Lee, una de las pioneras de los pulps ya que apareció en “All Story Weekly” en 1915. Judith Lee fue creada por Richard Marsh, seudónimo de Bernard Heldmann (1857-1915), autor de novelas policiacas y de fantasmas y multiventas con una novela, The Beetle, con la que eclipso al Dracula de Bram Stoker. Hija de un profesor de personas sordomudas –y de madre sorda a su vez– y profesora ella misma de sordomudos, Judith Lee tiene la capacidad de leer en los labios, capacidad que utiliza en sus investigaciones. Tanto Lady Molly como Judith Lee gozaron durante su publicación en “The Strand” de la misma popularidad que Sherlock Holmes.
En 1911 nace la primera de las detectives amateurs creada por Mary Roberts Rinehart (1876-1958), enfermera titulada y maestra del thriller y, junto con A. K. Green, madre del genero policial en EE.UU. Con Laetitia (Tish) Carnberry (1911) cambia a la solterona protagonista de La escalera de caracol (1908) –convertida en película con el título de The Bat en 1920– Cornelia Van Gorder, que ya aporta capacidades de detective, por una detective amateur, enfermera de profesión, aunque será en 1914 cuando creará a su detective más reconocida, Hilda Adams, también de profesión enfermera, que pasará a ser conocida con otro nombre en la tercera novela de la serie, Miss Pinkerton ( 1932), en un claro homenaje al creador de la famosa agencia de detectives.
A diferencia de Rinehart, Gladys Edson Locke (¿1887-?), graduada de la Universidad de Boston y empleada de la Biblioteca de Boston, tuvo una vida literaria mucho más oscura y, sin embargo, tiene en su haber la creación de la primera detective privada profesional en la literatura americana. Mercedes Quero aparece por primera vez en That affair at Portstead Manor (1914), protagonista de otras tres novelas policiacas de la autora en la década siguiente. Mercedes Quero será la precursora del modelo de detective de Poirot y el resto de detectives de la Golden Age.
Madelyn Mack no solo es detective sino dueña de su propia agencia. Acepta únicamente aquellos casos que le parecen interesantes. Miss Madelyn Mack detective fue publicada en 1914. Su autor fue Hugh C. Weir (1884 -1934) y fue publicada en el “Mclean’s Magazine”. Además, Madelyn Mack apareció en una una película de 1914 precediendo en dos años a la película sobre Sherlock Holmes protagonizada por William Gillette. Mary (Molly) McKenna Morganthau es una mujer independiente, empleada como operadora en unos grandes almacenes, que inicia sus investigaciones a partir de las conversaciones que escucha. La protagonista de The girl at Central (1915) y de The Black Eagle (1916) es fruto de la pluma de Geraldine Bonner (1870- 1930).
Arthur B. Reeve (1880-1936) fue un prolífico autor de novelas de detectives recordado por crear un detective científico –Craig Kennedy– siguiendo el modelo de Sherlock Holmes. Es menos recordado por la creación de una detective científica, Constance Dunlap, a lo largo de doce relatos publicados en “Pearson’s Magazine”, donde es presentada como “la única detective de su clase” y recopilados en Constance Dunlap, woman detective (1916).
Fryniwvd Wynifried Margaret Tennyson Jesse (1888-1958) creará una detective de lo sobrenatural. Fryn Jesse fue la nieta del poeta británico Alfred Lord Tennyson. Su detective, Solange Fontaine era hija de un médico forense de la policía. Solange trabaja en el laboratorio de su padre y estudia antropología criminal. En los relatos publicados entre 1918 y 1929 como Las aventuras de Solange Fontaine llevará sus investigaciones a Niza, la Martinica o Londres y se convertirá en la segunda detective psíquica de la historia de la literatura detectivesca. Solange, la detective espiritual, heredera de Diana Marburg, tendrá continuación en 1920 en otra detective espiritual, Shiela Crerar, de la escritora Ella M. Scrymsour (1888-1962), protagonista de varios relatos en “The Blue Magazine”, y las tres serán el precedente del enigmático Mr. Harley Quinn de Agatha Christie.
A punto de comenzar los felices años 20, objeto de la siguiente entrega, llegará el florecimiento de la era de los pulps y con ellos de los detectives “hard boiled” como Race Williams en “Black Mask” en 1923, pero antes, en 1920, llegó a los pulps Nan Russell, la detective creada por Raymond Lester, en una serie de relatos agrupados bajo el sugerente titulo de Nan Russell: Investigatrix.
Me ha resultado muy interesante, hasta qué punto que ahora quiero leer todas esas novelas, a ver si las encuentro 💖💖💖💖💖
Pasa datos, si las consigues 😉
Muchas gracias a ti Maite por la visita…aun apareceran en las proximas entregas detectives muy interesantes! En esta entrega es muy sufgerente la escritora Gladys Edson Locke y su detective Mercedes Quero, realmente antecede en decadas al modelo de detective que fue Hercules Poirot. Tal vez algun dia encontremas que alguna editorial se atreve a traducirla. Jordi…te pasare todo lo que este en castellano pero tambien en ingles en formato «libre». Gracias!!
Gracias a tí, por este fastuoso aporte.
Saludos!