Sergio Torrijos Martínez

A veces, cada vez menos, hay editoriales que lo trabajan bien, en argot diríamos que se lo “curran de la leche”. Menoscuarto es una de ellas. Empiezo hablando de ellos porque son atrevidos y ello les ayuda a dar un aire nuevo al género. Idearon un personaje, Sonia Ruiz, y de primera mano dieron a Lorenzo Silva y Noemí Trujillo los trastos de matar para que la pusieran en acción, creando así la colección Seis Doble. El personaje, una treinteañera que tiene tendencia a meterse en líos, proseguiría su andadura con otros autores, ahora toma el relevo nada más y nada menos que Andreu Martín, al que las presentaciones sobran, ¿o no?

En esta entrega Sonia Ruiz se ha convertido en detective privado, tan privado que no tiene licencia y encuentra sus clientes en los lugares más insospechados, comparte vivienda con Pau, que trabaja para el CNI y entre ambos existe una tensión sexual que es el hilo conductor de toda la novela. A partir de ese punto, jugueteando con ambos personajes y con historias encontradas, Andreu Martín ejecuta una novela deliciosa. Se percibe la maestría del autor, el toque personal que tanto nos gusta y al mismo tiempo se nota esa frescura que asombra en un autor tan veterano.

La novela no te deja ni un respiro, es cierto que es breve y que se lee con rapidez, pero la trama, los hechos, la evolución de los personajes no te permite dejarlo, siempre pasa algo y es interesante, algo que consigue que la atención del lector esté, permanentemente fija en los devenires de Sonia Ruiz.

Todo en la obra funciona bien, desde los malos hasta los infortunios que tiene que atender Sonia Ruiz, todo es de verdad, muy a pie de calle, con ciertos toques brutales que Andreu sabe gestionar perfectamente. El retrato de los malos es fenomenal, me gustaría que otros autores vieran lo sencillo que es crear un malo, malísimo, con unos simples retazos, incluso con dos frases, por ejemplo:

“Había dos tipos con ojos de serpiente, dientes de lobo y mentalidad de cocodrilo. Dos sujetos educados en el mal, condicionados únicamente para perjudicar a la sociedad, cuya proximidad causaba angustia y trastornos de la personalidad a las personas sensibles.”

No quiero extenderme más, me gustaría ser conciso como el maestro Martín, aunque ande muy lejos de su talento. La novela, creo que ha quedado claro, me ha gustado, la he disfrutado, además con ese tamaño justo para contar lo necesario sin excederse. Les recomiendo a todos que se acerquen a ella, les encantará y además tiene el plus de leer a un grande como es Andreu Martín, más no se puede pedir.

El lado oscuro