Es muy difícil verse sorprendido en los tiempos que corren por una novela, parece que todo está escrito y los autores noveles, y no tanto, se exprimen las neuronas por encontrar la musa de la originalidad que los lleve a ocupar las estanterías de novedades o por lo menos a completar la perspectiva de un editor. Por otro lado, afortunadamente para los yonkis de la lectura, hay un número considerable de autores que, sin tener la misma trayectoria, deslumbrante de los top ten que marcan las tendencias del mercado, te conmueven con su buen hacer en una novela que pudo pasar desapercibida y a los que juras una fidelidad, al menos, para las tres siguientes obras.
Este es el caso de Sebastian Fitzek, un autor y periodista alemán al que tengo que agradecer que me haya hecho sentir vulnerabilidad en mi sillón de lectura. Y es que en El retorno, al igual que en sus dos novelas anteriores, El experimento y Terapia, consigue esa atmósfera opresiva y absorbente que te desquicia y te engancha fascinándote por igual. Imagínense, un abogado de reconocido prestigio con un pasado que aún le hiere, entra en contacto con un niño de diez años que asegura haber matado a un hombre quince años atrás. De locura ¿verdad?, pues el muchacho, enfermo e ingresado en un hospital, no para de dar detalles fácilmente contrastables sobre lo ocurrido. Cuando Robert Stern, el jurista, avanza mínimamente en la investigación, un desconocido se pondrá en contacto para advertirle que todas las indagaciones que realice estarán vertebradas por la información que él posee sobre el paradero de su hijo que murió diez años atrás.
La narrativa de Sebastian Fitzek es tan ágil como intensa, prescinde de descripciones cargantes y vueltas de tuerca innecesarias. Los diálogos y la tensión narrativa se enredan en una melodía in crescendo que te atrapa en una espiral adictiva de la que no puedes bajarte. El Berlín sórdido que Fitzek nos presenta resulta tan atractivo como la Viena de El tercer hombre. Tráfico de menores, sucesos aparentemente paranormales, critica social encubierta y grandes dosis de suspense, poco más le podemos pedir a una novela para que nos mantenga pegado a sus páginas. En definitiva, una de las mejores thrillers psicológicos que se han publicado en los últimos tiempos.
El retornoSebastian Fitzek
Booket Planeta