Cine: «Blade Runner»

Teresa Suárez

Corría el año 1982 cuando Ridley Scott dirigía un thriller futurista en el que narraba al mundo (de manera magistral según muchos) como en el Siglo XXI ser policía no iba a molar demasiado (vamos, como ahora), ni siquiera aunque tuvieses el rostro (atractivo pero hastiado) de Harrison Ford, pertenecieras a un grupo especial con nombre guiri de difícil traducción y tu cometido no fuera perseguir humanos sino androides, que una vez capturados, para evitar ponerte a la opinión pública en contra, no eran “destruidos” sino “retirados”.

Siendo el Nexus 6 un prototipo idéntico al hombre, pero superior en fuerza y agilidad, condenado a trabajar como esclavo en las colonias exteriores de la Tierra y recibiendo todos los de su mismo lote el nombre de “replicantes” (según la RAE replicar es responder oponiéndose a lo que se dice o manda), solo faltaba ponerle himno, bandera y fecha a la crónica de una rebelión anunciada.

Tras sangrientas revueltas, los replicantes fueron desterrados del planeta y los Blade Runners recibieron órdenes estrictas de perseguir a todos aquellos que no acataran la condena. El expedientado Rick Deckard es llamado nuevamente al servicio para encontrar y «retirar» a unos replicantes rebeldes. Durante la caza, la sombra de la duda se instala en el policía y desde ese momento no solo se cuestiona su trabajo, sino quién es el auténtico criminal (la teoría del etiquetado postula que los delincuentes sólo existen en la medida en que los mecanismos de control establecidos los definen y los tratan como tales) y quién la víctima.

A partir de ahí, sus acciones, temores y amor por la diferencia (nada meritorio cuando esa diferencia la encarna Sean Young, demasiado flaca para mi gusto pero todo un icono sexual de la época), tal y como declaró el agónico y trascendental Roy Batty (inolvidable Rutger Hauer), “se perdieron en el tiempo como lágrimas en la lluvia”…

… hasta que en 2049, un director canadiense rastreó el paradero del ya jubileta Deckard y lo encontró, para su desgracia, pero no precisamente en Benidorm.

De la mano de Denis Villeneuve, la hipnótica y angustiosa atmosfera de la primera parte, se transforma en un omnipresente espacio polvoriento y anaranjado, que recuerda al Far West, plano en su composición y más plano aún en su contenido.

El lirismo de Ridley Scott, las preguntas que siempre han atormentado al hombre y que son los cimientos de la filosofía y la religión (¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?) desaparecen. Lo trascendental deja paso a una road movie espacial, una persecución hueca y sin sentido buscando pruebas que demuestren la posibilidad de relaciones sexuales interespecie con final feliz (algo que ya se les supone) y premio gordo.

En lugar de discursos románticos una cansina repetición de primeros planos de Ryam Gosling mirando al horizonte. Encaramado a lo más alto del podio de la inexpresividad, el tío no mueve un musculo facial ni cuando le da una somanta un replicante feroz ni cuando le hace cariñitos virtuales el holograma “sepsi” de su novia por encargo (asómbrense, pero la Siri interpretada por Ana de Armas es de lo mejor del reparto)

Para aquellos nostálgicos que añoran a Harrison Ford, decirles que el “jodío” está tan bien escondido que no aparece hasta la última media hora de la película (con “setentaitantos” no está uno para repetir escenas) y, les advierto, bastante desorientado y fuera de lugar.

Como era de esperar, espectaculares efectos especiales, buena fotografía y una cuidada estética en línea con la anterior.

Pero son tres laaargas horas para un relato sin apenas acción, sin dudas metafísicas, sin preguntas existenciales y, por tanto, sin alma.

Lo encuentro tan decepcionante, tanto, que en lugar de “Blade Runner” yo lo titularía “Blade Rana”.

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3 comentarios en “Cine: «Blade Runner»

  1. Teresa, veo que a ti no te ha gustado mucho. Yo tengo pensado ir a verla el próximo lunes o martes aprovechando lo del día del cine y tal. Otra gente me dice que está bien y veo que hay críticos que le ponen un 4 sobre cinco. En fin, la veré de todos modos.
    Gracias por tu crítica
    Saludos

    • Yo fui a verla porque la mayor parte de los críticos la definían como digna sucesora de la primera. Pero yo, en esta ocasión comparto la opinión de Carlos Boyero (si puedes leela).
      Para mí es una película bella pero sin alma.

  2. «Pero son tres laaargas horas para un relato sin apenas acción, sin dudas metafísicas, sin preguntas existenciales y, por tanto, sin alma.»
    Pues debemos haber visto una película bien distinta porque, vale que no es de acción en sí (algunas escenas tiene) pero no estoy nada de acuerdo en el resto. Plantea muchas preguntas y deja muchas cosas en el aire para estar teorizando días, meses, años¡ ….en primer lugar si los replicantes pueden reproducirse entre ellos, con humanos…..De verdad , yo no he sido fan de Blade Runner en ningún momento. La vi hace muchos años y tuve que volver a verla para recordar y debo decir que la secuela es una pasada, me ha encantado¡ me gusta más incluso que la primera….se me hizo hasta corta, tres horas que se me pasaron volando….estoy deseando que nos despejen tantas dudas¡ pero me temo que, si continúan la saga, tardarán en hacerlo…

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