Temporada 2008/09: el Athletic de Caparros inicia la competición de Copa que terminará de forma épica en un triunfo ante el Sevilla en el viejo San Mamés. Me ahorro el disgusto de la final, para qué sufrir. Para el hincha del club del norte fue un momento especial puesto que se venía de temporadas de gran sufrimiento para mantener la categoría y, de pronto, se pasó a disputar títulos y a ser una referencia en el futbol hispano. Cánticos como “ari, ari, ari Toquero lehendakari” quedaran en el imaginario colectivo por décadas y que probablemente resuman lo que era aquel equipo de fútbol y que se resumía en la garra que le había suministrado un señor sevillano llamado Joaquín Caparros.
Supongo que algún lector se preguntará si esto es una página del diario deportivo o una web cultural de género. No, no están en un sitio equivocado, ahora vamos a hablar de libros pero es imposible separar el desarrollo de aquella competición de Copa con la novela que vamos a reseñar.
Mientras que el Athletic sufría y superaba rondas, en Bilbao comenzaban a aparecer mujeres muertas. La novela fusiona así dos realidades, una deportiva y otra de ficción. Ni que decir tiene que el autor es del Athletic, pero también hay que decir que ha sabido armonizar ambos mundos tan dispares.
Las mujeres asesinadas son presentadas de forma particular, cuidando el detalle, creando así una pseudo ficción entre el hecho en sí de su muerte y la posible implicación de esa presentación tan cuidada. La prensa, siempre ávida de noticias, resalta todo el asunto por el atractivo de la ritualización de esas muertes y pone en jaque a las investigadoras de la Ertzainza que tienen que lidiar con el caso. Dos mujeres son encargadas de la investigación y ambas representarán dos polos opuestos tanto en carácter como en forma, ambas guipuzcuoanas, y que descubrirán el entusiasmo que desata el Athletic en Vizcaya.
La novela avanza a golpes de goles de Toquero y a descubrimientos sorpresivos que van provocando que las investigadoras tengan que ir deslindando continuamente el caso. No se recurre al truco del asesino en serie pese a que la prensa lo mantenga como algo probable, sino que todo es mucho más prosaico y menos agradable.
La obra tiene interés no sólo por el aspecto del deporte rey sino también por cómo se lleva la investigación y cómo avanza, es interesante puesto que es muy concreta, muy de detalles que importan y nos habla de un buen trabajo de preescritura.
Se ensambla con un estilo directo y sin artificios, tal vez le vendría bien un toque más de humanidad a las investigadoras, de las que apenas se nos muestran detalles.
Una novela interesante, más aún cuando es la primera del autor y probablemente nos sorprenderá con nuevas entregas. Yo, al menos, espero la siguiente de la etapa Bielsa: si no se produce sería un gran desdoro para el hincha/escritor Sagastiberri.
El asesino de reinas
Erein
Puedes seguirnos en Google+, Twitter y Facebook